La unidad de la India en su diversidad se extiende más allá de su gente, lenguas, religiones y costumbres y abarca su variada geografía. El Himalaya protege el norte, separando a la India del Tíbet y China. Cadenas montañosas como Karakoram, Vindhya, Satpura y Aravali definen varias regiones. Las llanuras indogangéticas contrastan con el desierto de Thar en el oeste. Mesetas como Malwa, Deccan y Chota Nagpur forman las tierras altas centrales. Las zonas costeras e islas como Lakshadweep y Andaman simbolizan la identidad peninsular de la India.