viernes, 8 de diciembre de 2023

La leyenda del sello Kopakanan



En la isla de Kalsoy o "isla de hombres", en Dinamarca, hay una rara leyenda relacionada con la foca (Selkie) Kópakonan.

Érase una vez, en esta isla se creía que, los que murieron de muerte violenta o por suicidio, se convirtieron en una foca.

Sin embargo, una vez al año, podían regresar a los "humanos" para celebrar con alegría hasta la salida del sol, cuando volverían a las focas.

Un día en la isla de Kalsoy un joven granjero fue a la playa, curioso por ver a las focas volviendo como humanos y bailando.

Durante el baile, el hombre tomó la capa de una de las jóvenes "chicas/focas" impidiéndole volver al mar y obligó a la joven a casarse con él.
Tuvieron hijos y el granjero siempre llevaba la llave del maletero con él, atada fuertemente al cinturón, hasta el día en que, mientras estaba en el barco, se dio cuenta que la olvidó en casa.

Corrió de vuelta a casa, pero la mujer ya había desaparecido y volvió a su mar.

Desde ese día, el granjero nunca la volvió a ver.

Sin embargo, cuando salía al mar a pescar, una foca con los ojos claros rodeaba constantemente su barco y la pesca era siempre muy buena.

De la misma manera, cuando sus hijos caminaban por la playa, apareció una foca a pocos metros de la orilla, manteniendo su ritmo, casi para unirse a ellos en su camino.

La mujer, a pesar de su amor por sus seres queridos, pertenecía al mar.

En agosto de 2015 en el pueblo de Mikladalur se erigió en la costa una hermosa estatua dedicada a Kópakonan, en acero inoxidable y bronce, de 2,6 metros de altura y 450 kilogramos.

Imponente y sólido es capaz de resistir olas hasta trece metros.
La obra es del escultor feroés Hans Pauli Olse - 24 de agosto 1957

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